Adultos mayores y la tecnología

Como usuarios de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), los adultos mayores tienen necesidades y demandas similares a las de las personas de otras edades, es decir, requieren tecnología útil, funcional, fácil de manejar y significativa. Su acceso a ésta sigue las mismas reglas que en los otros grupos, como su poder adquisitivo o capacidad de manejo, entre otras.

Sin embargo, en su época los intereses eran muy distintos a las actuales y hoy se enfrentan a la angustia de adaptarse a un mundo tecnológico que cambia vertiginosamente.

¿Quienes usan las TIC en la tercera edad?

El adulto mayor, usuario de computadora o de Internet posee algunas características diferentes con respecto a los usuarios de los otros grupos poblacionales, pues suele ser una persona que aprendió su empleo en forma autodidacta, tiene ingresos económicos anuales más altos, posee una mayor funcionalidad en las actividades de la vida diaria y un mayor nivel educativo, y el porcentaje de usuarios varones de esta edad es más grande que el de mujeres. Pero gran parte de los individuos que componen este grupo no disfruta los beneficios que ofrece la informática.

¿Para qué usa una computadora el adulto mayor?

Las razones por las que los adultos mayores aprenden el uso de la computadora son diversas, como adquirir nuevos conocimientos y elevar la autoestima; otras responden a necesidades más concretas, como prepararse para ayudar a sus hijos o nietos en sus estudios, conseguir un nuevo empleo o mantenerse en el actual. Una vez que dominan una computadora, la utilizan como herramienta de cálculo, escritura, comunicación, información de interés, aprendizaje continuo, entretenimiento. Además, a menudo visitan sitios de charla para encontrar nuevos amigos o intercambiar información sobre sus pasatiempos.

¿Cuál es la actitud del adulto mayor frente a la tecnología?

Cuando tenemos a un adulto mayor en frente de una tablet o un teléfono inteligente que jamás ha manipulado, quizás la actitud más resaltante es el temor tan siquiera de tocarlo✋, intentando que otro lo utilice y ellos de lejos asomado viendo las maravillas que se pueden hacer con él.

Ese alejamiento de las personas mayores ante las TIC es conocido como “tecnofobia”, que no es más que el miedo y rechazo al uso de las tecnologías.

Estas condiciones vienen acompañadas y reforzadas de otros factores característicos de la personalidad de los adultos mayores (más de 60 años). Como lo son:

• Excesiva prudencia: adoptar actitudes muy cautelosas y menos arriesgadas.
• Creer que el dispositivo se autocontrola: tienen la falsa creencia que el dispositivo tecnológico posee iniciativa propia, en lugar de verlo como un objeto que hace aquello que le estamos indicando.
• Experiencias previas poco satisfactorias con la tecnología: Algunas personas mayores tal vez en el pasado han tenido acercamientos negativos con la tecnología y por eso lo evitan a toda costa, ya que temen repetir esas experiencias.
• Temor a llamar la atención: Puesto que se sienten incompetente en el uso de la tecnología, tienen la percepción de que los demás se burlarán y lo criticarán ante los errores que pueda cometer.

Barreras por romper

Mientras experimentan la disminución de sus relaciones sociales y la pérdida de movilidad física durante el envejecimiento, muchos ancianos sienten que son incapaces de aprender a usar las computadoras e Internet. Como nunca han estado expuestos a estas nuevas tecnologías, no tienen idea de cómo pueden ayudarles en la ampliación de su red social. A veces creen que su uso nada les aportará de novedoso a sus rutinas; por ejemplo, piensan que no hay quien reciba sus correos electrónicos o no saben a quién preguntar sobre cuestiones técnicas.

Algunas actividades con los dispositivos de entrada como el ratón causan dificultades a los adultos mayores, como las simples acciones de arrastrarlo, hacer clic o doble clic o mover objetos. El diseño poco amigable de las pantallas, los programas o las páginas de Internet, así como el tamaño pequeño de la fuente, el uso de menús desplegables o un fondo pobre en color los confunde o frustra. Incluso hay impedimentos culturales lingüísticos relacionados con la terminología de las computadoras. Como se aprecia, todos estos obstáculos se centran en la accesibilidad estructural y limitan a numerosos ancianos en el manejo de las computadoras e Internet.

¿Cómo enfocar el modelo educativo de la Alfabetización digital para el adulto mayor?

Tiene que orientarse a ciertas dimensiones motivacionales que lo impulse a romper viejos paradigmas, eliminar la barrera del miedo y entender la importancia de adquirir competencias digitales en esta nueva sociedad de la información.

El modelo de aprendizaje debe dimensionarse en:

1. Responder las necesidades del adulto mayor. El aprendizaje debe ser realmente de utilidad, y para ello debe dar respuesta a las necesidades personales y sociales de los adultos mayores.
2. Activo y participativo. El adulto mayor debe ser el protagonista de su aprendizaje, guiando los estilos y los espacios temporales del mismo.
3. Personalizado. El diseño instruccional debe construirse a partir de los intereses y expectativas de la audiencia, ya que de esta forma se facilitará el aprendizaje.
4. Cooperativo y colaborativo. El contenido debe considerar los objetivos comunes de todos los participantes. Además, las actividades deben enfocarse en el trabajo en equipo, el apoyo, la cohesión e interacción necesarios para lograr aprendizaje.
5. Ser significativo. Es necesario partir de los conocimientos previos y experiencias de las participantes y a partir de allí integrar el nuevo conocimiento en el uso de las TIC. El aprendizaje se facilita cuando se encuentra un significado a lo que se aprende.
6. Convertirse en un medio hacia un fin. La tecnología es muy cambiante, por lo tanto esos nuevos conocimientos no deben entenderse como algo definitivo, sino como las herramientas básicas que junto a la motivación y la pérdida del miedo a las TIC ayudarán a continuar aprendiendo y optimizando ese nuevo conocimiento adquirido.